scar.

lunes, 5 de abril de 2010

El cerró de nuevo los ojos, y con una voz muy frágil dijo "Todo volverá a ser igual que antes, antes de conocerte…, La vida no merece perderse en lágrimas, si no ser ganada en sonrisas.
"Y esas fueron sus últimas palabras, luego me consumí en el por última vez, en su olor, en su suave piel… Recordando una y otra vez las palabras que me dijo aquél día, en el que el era mío y yo…, yo era completamente suya. El estaba allí, decidido y preparado para todo, miraba el cielo y sonreía, sus ojos enmarcaban la dulce esperanza de una niño pequeño pero a la vez, grandes proyectos de futuro. Y como su pelo flotaba al viento, había una perfecta armonía, y mientras reía, me miró…y como tantas otras veces, su profunda mirada me inundó de vida.
“El amor hace posible que los sueños sean reales, porque el amor es lo más parecido a la magia que tenemos, tú y yo somos un sueño eterno”; Y ahora, sus palabras… se esfuman, desaparecen, desvanecen entre las lágrimas. Es cierto lo que dijo, el fue un sueño, un sueño eterno, porque eternamente su cicatriz quedará en mí.

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